Noticia original de La Voz de Galicia
Los doctores Busto emplean nuevos marcadores para reducir las biopsias
Nuevas técnicas y nuevos marcadores para ayudar a discriminar a los pacientes es lo que destaca el urólogo Luis Busto Castañón, con más de 35 años de experiencia en medicina privada en la ciudad, del trabajo que realiza, junto a su hijo, Luis Busto Martín, tanto en su clínica como en el Hospital HM Modelo, en el que junto con el también urólogo Alfonso Barbagelata serán los encargados de intervenir con el Da Vinci. Busto Martín -?que no duda en referirse a su padre como «mi mentor»- es un urólogo que ha completado su formación en hospitales internacionales de referencia como el holandés Ámsterdam Medical Center, el londinense Charing Cross Hospital y que realizó un Fellowship de Cirugía Laparoscópica y Robótica con el doctor Richard Pierre Gastón en la Clínica Saint-Augustin, en Burdeos, considerado uno de los padres de la cirugía laparoscópica en urología y en donde aprendió el manejo del robot Da Vinci.
«El uso del robot permite una reducción de la estancia hospitalaria, un menor sangrado y mejores resultados funcionales en cuanto a incontinencia y potencia sexual», explican estos especialistas, que apuntan que aunque aquí llegue ahora, en gran medida por su elevado coste, esta técnica es la que se utiliza en EE.UU. en todas las cirugías de próstata. «Las intervenciones asistidas con robot son el futuro de la Urología, ya que nos permiten ver los órganos internos con precisión milimétrica y en 3D», explica Busto Martín, que puntualiza que permite una cirugía mínimamente invasiva y remarca que en el caso del cáncer de próstata es muy importante una buena disección de vasos y nervios para disminuir la disfunción eréctil, una de las complicaciones principales, y también para mantener una buena continencia urinaria. Con el robot el paciente se recuperan antes y maximiza la posibilidad de que el enfermo pueda tener erecciones, comentan.
«Los resultados del tratamiento del cáncer de próstata van a depender de una correcta elección del tratamiento en cada paciente y del médico que lo realice lo haga de la mejor forma posible. No todos los médicos dan el mismo resultado, esta cirugía es muy médico-dependiente», reconocen.
«Con la cirugía abierta se envía al paciente en casa al tercer día, con laparoscopia al segundo día y con el Da Vinci habría la posibilidad de que se fuese al día siguiente», explican a modo de ejemplo como comparativa de técnicas. Estos especialistas no solo se centrarán en el Da Vinci, sino que continuarán ofertando además de la cirugía convencional, de la que resaltan los buenos resultados, también laparoscopia y braquiterapia.
Asimismo, han incorporado en la consulta, a nivel del diagnóstico del cáncer de próstata nuevos marcadores para un tumor que es el más frecuente en los hombres, después del de piel y es el segundo en mortalidad después del de pulmón. «No todo el mundo que tenga el PSA alto tiene cáncer de próstata, solo el 40 ?% de los hombres que lo tienen alto da positivo, por lo que hay un 60 % a los que se les realiza una biopsia de forma innecesaria», explica Busto Martín. «Los nuevos marcadores pueden afinar hasta el 80 %», puntualiza Busto Castañón, que explica que ayudan a reducir en un 50 % las biopsias innecesarias.
Ondas de choque de baja intensidad contra la disfunción eréctil
La disfunción eréctil afecta al 50?% de los hombres a partir de los 50 años y es una patología asociada en el 70 % de los casos a un problema vascular. Los doctores Busto introducen para tratarla las ondas de choque de baja intensidad, un nuevo tratamiento que comenzó a utilizarse en el 2005 para mejorar el riego sanguíneo para pacientes con problemas vasculares en el corazón y que desde hace un año se emplea también para reconducir las disfunciones eréctiles. «Las ondas de choque aumentan la vascularización en las zonas donde se aplica, en este caso en la región peneana», explica Busto Martín.
Uno de los beneficios de esta técnica es que reduce, en un 50 ?%, los pacientes que deben de tomar pastillas para conseguir una erección. También resulta efectivo para las personas que hasta el momento no podían utilizar las píldoras. «Todo ello sin tener que someterse a ningún tratamiento farmacológico», apunta como una de sus ventajas Busto Castañón. Los pacientes que opten por este tratamiento deberán, dependiendo de la gravedad de su afección, someterse a entre siete y doce sesiones para saber los resultados, cuyos efectos comienzan a notarse a la segunda semana. La aplicación dura unos quince minutos y no tiene ningún tipo de efecto secundario, según apuntan ambos especialistas. «El índice de satisfacción del usuario es del 85 %», remarca Busto Castañón, que lo califica como un tratamiento esperanzador para quien padezca de disfunción eréctil y vendría a reconducir el problema, en vez de lograr soluciones temporales. Esta técnica, explican, se utiliza con distintos aplicadores y también se emplean protocolos para otras patologías como la prostatitis crónica no bacteriana, el dolor no pelviano crónico y, en algunos casos, de enfermedad Peyronie.