Noticia original de La Voz de Galicia
El urólogo de 38 años regresó este año a la ciudad tras desarrollar su actividad en Alemania, mientras que la experta en cáncer de mama ejerce desde el 2012 como coordinadora de la Unidad de Mama del Hospital HM Modelo
Dos doctores de A Coruña, la ginecóloga especialista en cáncer de mama Julia Rodríguez Fernández y el urólogo Luis Busto Martín, han sido elegidos entre los 50 médicos y especialistas de la sanidad privada española más valorados del 2021 en España por sus propios compañeros. El ránking ha sido elaborado por la plataforma online Top Doctors, que también tiene en cuenta la opinión de los pacientes.
Julia Rodríguez, coordinadora de la Unidad de Mama del HM Modelo: «Extirpar un tumor de mama es fácil, pero es muy difícil sacarlo de la cabeza»
Durante siete años Julia Rodríguez (A Coruña, 1971) trabajó en el Instituto Europeo de oncología de Milán de la mano del Umberto Veronesi, fundador de la cirugía menos invasiva y agresiva de conservación del pecho. Después pasó al Vall de Hebrón de Barcelona para al fin regresar, en el 2012, a la ciudad herculina, en donde ejerce como coordinadora de la Unidad de Mama del Hospital HM Modelo.
—¿Qué significa estar entre los cincuenta mejores especialistas?
—Estoy muy agradecida, sobre todo porque es un reconocimiento que viene de los compañeros y de los pacientes. Para mí, mi premio es que ellas estén bien.
—Y lo peor es cuando no lo están.
— Psicológicamente nunca te acostumbras a las malas noticias. Sobre todo, cuando son personas jóvenes.
—¿La paciente más joven que ha tratado?
—Una chica de 31 años. Siempre es duro darles la noticia porque es una enfermedad muy compleja, no solo están los efectos físicos, sino los psicológicos. Extirpar un tumor de mamá es fácil quirúrgicamente, pero es muy difícil sacarlo de la cabeza. Hay distintas fases.
—¿Por qué decidió dedicarse a esto?
—Me gusta mucho la cirugía y en el caso del cáncer de mama me permite también trabajar el lado estético. Después, porque es el tipo de cáncer más frecuente y es como un desafío. Estar en Milán con Veronesi me transmitió eso. Luchar contra la enfermad es un motor para mí.
—¿Qué es lo que más le preguntan sus pacientes?
—Pues todas quieren saber si se van a curar. Cada vez sabemos más de los tumores, sabemos que hay cuatro subtipos y por eso podemos predecir, aunque no al 100 %, el resultado. Igual un 15 % desarrollan metástasis, pero el resto puedes hacer de antemano una predicción acertada. Nuestra gran batalla es acabar con la mortalidad, y se ha avanzado mucho.
—Destaca la detección precoz y también en el seguimiento tras la curación.
—A partir de los 40 hay que hacerse una revisión al año. En el caso de antecedentes familiares debe hacerse diez años antes, es decir, si tu abuela lo padeció a los 41 tú debes iniciar las revisiones a los 31. Después, en la fase de seguimiento es fundamental la nutrición y el ejercicio. Ahora voy a abrir por las tardes un centro de seguimiento con varios especialistas: psicólogos, nutricionista y fisioterapeutas.
«Cada vez viene más gente joven a la consulta, se ha perdido el pudor»
Luis Busto
Regresó a A Coruña a principios de este año desde Alemania, en donde desarrolló parte de su trayectoria. Allí Luis Busto (A Coruña, 1983) confiesa que aprendió la importancia de ofrecer una atención personalizada. Eso, unido a sus conocimientos, han hecho que la web Top Doctors lo incluya entre los 50 mejores especialistas del país.
—Con solo 38 años y ya entre los mejores.
—Soy de los más jóvenes del listado sí. Ha sido una sorpresa y estoy muy agradecido.
—¿Por qué decidió dedicarse a la urología?
—Fui descartando las especialidades que no me gustaban y como mi padre es urólogo tuve la motivación extra de aprender de él y continuar su trayectoria.
—Hasta hace poco trabajó en el extranjero. ¿Qué fue lo que más le marcó?
—Mi paso por la Martini-Klinik en Hamburgo. Después, tanto en Alemania como en Holanda aprendí la importancia de darle un trato personalizado al paciente.
—¿Qué es lo que más le gusta?
—Mi objetivo y lo que me gusta de mi trabajo es poder solventar el problema del paciente. Para ello es fundamental dedicarles el tiempo que necesiten, no solo cinco minutos, para escucharles, explicarles sus patologías, y hablar con ellos para tomar una decisión conjunta.
—¿Todavía hay resistencia a ir al urólogo?
—Por suerte cada vez viene gente más joven, y se le ha perdido ese miedo. También hay más información al respecto y eso favorece mucho. La gente viene orientada y se ha pedido ese pudor.
—¿Y por parte de las mujeres?
—Representan un 30 % de los pacientes. Hay algo de confusión porque muchas acuden al ginecólogo, pero las infecciones de orina, los cólicos de riñón, la incontinencia urinaria, son patologías que tratamos los urólogos.
—Es pionero en usar en el sistema Da Vinci en Galicia, ¿qué supone ese método?
—Ofrece una mayor precisión al cirujano en la extirpación del cáncer de próstata o de riñón, de forma que el robot supone una leve mejoría en los efectos secundarios, que son disminución de la potencia sexual e incontinencia. En cualquier caso, lo importantes es quién opera y cómo.
—¿La mayor preocupación de los pacientes es perder la potencia sexual?
—Sí, sin duda. La mayoría de las consultas que nos hacen son por eso y por eso el robot se ha hecho tan popular.